En el caso de los Papeles de Panamá, la mayor fuga de información en la historia que afectó a una empresa de servicios jurídicos y empresariales en Panamá llamada Mossack Fonseca, vimos un ejemplo claro del impacto que puede tener una fuga. Se trata de una base de datos de tamaño de 2,6TB con 11,5 millones de documentos donde después de su análisis se vio que aparecían 140 políticos de más de 50 países y compañías offshore en 21 paraísos fiscales. Entre los afectados hubo jefes de estado, ministros y sus socios. El sector financiero representa un 7% del PIB de Panamá así que el daño en la confianza puede incluso afectar el propio país.
A día de hoy no se conoce ni quien provocó la fuga ni el método utilizado para obtener el acceso y realizar la filtración. La información fue entregada al periódico alemán Süddeutsche Zeitung utilizando mecanismos de comunicación encriptados para garantizar el anonimato de las personas detrás de la misma. Mossack Fonsceca declaró que hubo un ataque tipo spear phishing (añadir referencia a definición) a través de su servidor de email sin especificar más.
No obstante, algunos expertos en seguridad han manifestado algunas dudas sobre si quizá hubo combinación de otros métodos o incluso la complicidad de un insider dada la complejidad de realizar una filtración de tal tamaño de información de forma remota y sin ser detectado por los sistemas de seguridad de la empresa.
No obstante, el caso de Panamá no es un caso único. Es solo la punta de un Iceberg de fugas de información que generalmente no ven la luz del día. Muchas no llegan nunca a ser publicadas o, peor aún, ni conocidas por sus víctimas. Según nuestros analistas en el primer cuatrimestre del 2016 hubo al menos 330millones de registros filtrados.
Esta información se encuentra escondida en otro Iceberg. El de la web visible y la web oculta. Al contrario que los Papeles de Panamá, la información filtrada en la mayoría de los casos no ve la luz del día en la web pública sino se queda en sistemas de terceros no accesibles por cualquiera, en foros privados de hackers, o mercados negros en redes anónimas como es la red Tor.
Los últimos años hemos aprendido todos que la Ciberseguridad no puede basarse solamente en defensas. Cualquier organización tiene que asumir que será vulnerada y por tanto deber ser resiliente: poder detectar rápido cualquier problema y poder responder con agilidad y efectividad para minimizar el impacto.
Lo mismo aplica en el caso de las fugas. Los sistemas de prevención de fugas de información (DLP o Data Loss Prevention) ayudan en reducir este riesgo, pero no lo eliminan. Nace por tanto un concepto diferente, el de Detección de Fugas de Información (DLD o Data Leak Detection). El DLD consiste en tener la capacidad de acceder a todos estos lugares públicos y ocultos para recuperar información filtrada de nuestra empresa, información que igual ni sabemos que fue robada y retirarla antes que se convierta en un problema.
DLD requiere una combinación de tecnología y de expertos para poder llegar a los sitios underground y procesar altos volúmenes de información con el fin de encontrar información sensible para una organización.
Dentro de nuestro servicio de CyberThreats estamos continuamente haciendo este trabajo, para poder avisar a nuestro clientes los antes posibles de documentos sensibles que están a disposición de terceros: credenciales robadas, tarjetas de crédito, facturas, planes de marketing , diseños de producto y cualquier otro “papel” que importa al negocio de nuestros clientes.
Para más información sobre cómo evitar su propio caso de Papeles de Panamá consulte url del servicio.
*También te puede interesar:
Nuevo informe sobre “las grandes fugas de información del primer cuatrimestre de 2016″
Nuevo informe: Ciberamenazas financieras Q4 2015
Más información en
elevenpaths.com
Muy buena herramienta para llevar a cabo la recuperacion de información